Vaya días hemos pasado, entre los catarros de la niña y los míos no he podido contaros como nos fue la revisión de los 18 meses de Alba. Pero ya estoy aquí para ello. Os confieso que tenía ganas de que llegase esta revisión, pero no por nada en especial, sólo es por el hecho de que ya no le tocan más vacunas a mi pequeña hasta los cuatro años, por lo que ya no habrá más dramas. Duran poco, pero sufro mucho verla llorar así... menos mal que es por ella y su salud, presente y futura.