Hoy
quiero hablaros de una de esas cosas que creemos que pueden ser útiles
para nuestro día a día con nuestros bebés, pero que si no nos lo
regalan, solemos prescindir de ello. A menos que lo conozcamos y sepamos
que es buena inversión. Se trata del contenedor de pañales, Tommee Tippee Sangenic.
Un
contenedor de pañales tiene la principal función de guardar los pañales
de nuestros mochuelos y evitar que nos dejen ese adorable aroma por
toda la casa... No puedo hablar de otras marcas ya que no las conozco,
pero de este, después de 12 meses largos, si puedo y mucho.
Tiene un tamaño reducido, tipo papelera de aseo, y os aseguro que evita que los malos olores de los pañales salgan. Su funcionamiento es muy fácil.
- Levantamos la tapa e introducimos el pañal en el contenedor, empujando un poco.
- Giramos la rueda, con ayuda del tirador, hasta que se haya enrollado del todo.
- Cerramos la tapa para que el émbolo lo empuje hacía dentro
Cuando
se llena, y aún nos sirve el recambio que está puesto, cortamos el
plástico como aparece en la foto superior o usando unas tijeras. Tiramos
un poco del plástico, hacemos un nudo y lo enganchamos en el otro lado.
Volvemos a colocar la tapa y listo para su uso.
Como
os decía al inicio, igual no es algo que las futuras mamás penséis en
comprar. Si vivís en una casa de dos plantas, como me pasa a mi, y le
cambiáis el pañal abajo y arriba, si lo recomiendo. Yo sólo tengo uno,
pero cuando le cambio los pañales abajo uso las bolsitas para las cacas
de los perros. Así nunca huele la casa a los pañales de la niña. Si os
planteáis su compra, podéis echar un ojo en Amazon, tanto para el contenedor como para los recambios. De éstos últimos siempre hay alguna oferta.
¿Alguna tenéis contenedor de pañales? ¿De que marca es?
Comentarios
Publicar un comentario